Ya pasaron varios días, siempre dependiendo del punto de vista de donde se mire la situación. Hace trece días que Flor de la G llegó a casa, o apareció o me la trajeron, eso está en discusión aun.
Ya pasaron las emociones enmudecedoras de los primeros momentos, ahora cursa la realidad, que no es poca cosa para mí. Ese domingo fué más que especial, estuvo repleto de acontecimientos únicos, no sabemos si irrepetibles, para hasta ese entonces únicos. Yo, que soy un poco lenta para algunas cosas, me costó un tiempito darme cuenta de lo que estaba pasando y su significado. Tengo que confesar, aunque muchos lo sepan ya, que funciono con naturalidad frente algunos acontecimientos, porque me es innato, pero no me doy cuenta. Tengo el hábito de "querer entender", no puedo dejar de pasar por mi entendimiento por que tal cosa o tal otra. Tengo que dar vueltas en mi cabeza una y mil veces cada situación, palabra, acción, conversación o lo que sea, hasta que YO arribo a un lugar que me deja conforme. Así es como Flor de la G entró a casa y nunca mas se ira de acá. Al principio no sabia que se iba a quedar pero actuaba como si ya lo hubiese decidido, es que sí, estaba decidido pero la parte de mi que necesita "entender" todavía no había llegado a ese punto, entonces seguía solo haciendo lo que había que hacer, sin saber mucho que. Siempre soy la última en enterarme.
Ya me aburrí de estos detalles, pero los escribí y quedan.
Flor de la G, me dió vuelta la vida, está en casa. Como dice mi amigota, que no escatima concretud, dejé de estar "casada con la soledad". Si ya se, es fuerte, pero ella me ama y sabe exactamente que decirme, nadie mejor. Así es como ahora no vivo sola y vivo con ella. Se adueño de la casa y de mis cosas, hay días que quisiera matarla, y juro que lo pienso. Hay momentos en que me mata de amor, y siempre, siempre estoy pensando en que no se sienta mal ni sufra. no soy simple, ya sabemos, entonces mientras me quejo que no la aguanto mas, me preocupo de como estará. Si, me convertí en una madre judia, pero es solo con ella, porque mis otros hijos no sufren esa parte de mi. Bah, creo que no.
No me importa, es lo que hay, es lo que soy y seguiré en camino, como siempre y con Fe (palabras también de mi amigota).