Después de muchos días sin poder escribir nada, hoy en el seminario, un ejercicio me arrancó este texto. Espero seguir...
Ella sostiene con su mano derecha la copa de vino. La mira fijo, la hamaca, la huele y la deja en la mesa. Levanta la vista y mira hacia la calle. Pasa una pareja de ancianos tomados de la mano. Charlan y se ríen. Ella vuelve a la copa de vino. Mete el dedo índice, lo moja y se lo lleva a la boca. Se chupa el dedo una y otra vez. Se detiene con el dedo en la boca, lo succiona con la placer y lo vuelve a meter en la copa de vino. Una y otra vez. Con la mirada en la calle, en la gente que pasa. Una y otra vez el índice se zambulle en el vino y salta a su boca. Una y otra vez, se bebe su vino a zambullidas y saltos de índice. Se bebe.
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