Llevas horas en la cama sin dormir, mirando el techo y de vez en cuando el televisor. Te tapas la cabeza con las sabanas y te volvés a destapar. El techo sigue ahí, igual al segundo anterior. La misma luz, los mismos sonidos, el mismo olor. Te tapas los ojos con las manos y respiras hondo. Hay olor a sucio, a viejo, a encierro. Hay olor a muchas noches sin dormir, olor a cansancio y eyaculaciones. Volvés a mirar y el techo sigue igual, nada cambió. Te levantás de la cama, metés los pies en las ojotas y los arrastrás hasta el baño. Meas, mucho, el olor es fuerte. No te lavas las manos seguís arrastrando los pies hasta el living y te tiras en el sillón. Con el pie izquierdo alcanzas el control remoto. Apretás los botones con el pulgar y prendés el televisor. Subís el volumen en el dormitorio sigue prendido el otro televisor y no te deja escuchar. Escuchas pero no prestas atención. Suena el teléfono.
_ Hola…
_ …
_ Acá andamos, muy bien, mirando una película.
_ …
_ No creo que pueda, tengo mucho que hacer, ando a las corridas. Mejor hablemos mañana, si puedo me hago un hueco y nos encontramos a tomar algo. No te enojás?
_ …
_ Claro, claro… Tenés razón, ando a las corridas con mucho trabajo, pero me organizo y lo hacemos.
_ …
_ Un abrazo. Chau, chau…
1 comentario:
pereza... a pérez...
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