lunes, 27 de septiembre de 2010

Ejercitando II

Otra noche sin dormir. Otro día sin sueño. Tengo la lengua pegajosa y las manos frías. Afuera el día es luminoso. Me gustaría salir a caminar, hablar con los vecinos, comprar el diario y desayunar por ahí. No creo que pueda vestirme. Quiero tocarme. Quiero buscarme. Quiero meterme las manos bien adentro y recordarme. Me quiero acariciar. Me quiero rasguñar. Me quiero llenar de saliva. Me quiero dormir agarrada a mi sexo y olerme. El sol me provoca a salir, pero no quiero vestirme. Tengo la boca llena de saliva, el sexo húmedo y las manos frías. Sigo deseándome, quiero volver a gritar y no extrañarte.

Arráncame la vida

Cuando nos conocimos sentí una atracción animal, nunca me había pasado nada parecido. Cada vez que lo tenía cerca comenzaba a sentir como ...